Cambio Climático: ¿Mitigarlo destruiría la economía global?
Muchos son de la idea de que tomar acciones para mitigar el cambio climático resultaría en un desastre para la economía global. “¿Estás dispuesto a apostar la economía de miles de millones de personas por un supuesto par de grados de más?” me preguntaron hace poco. La premisa es que el desarrollo de nuevas tecnologías, nuevos hábitos de consumo y los gravámenes impositivos a las emisiones de CO2 implican un costo demasiado alto.
A priori, hay una clara omisión en esta línea de pensamiento. Se están resaltando los gastos de las medidas pero no sus beneficios. Pero el cambio climático tiene duras consecuencias que inevitablemente van a afectar la economía. El aumento del nivel del mar, la desertificación, mayor incidencia de malaria y dengue, etc… son sólo algunos de los ejemplos (que quedarán para otro post si es necesario). Obviamente, si quien esgrime el argumento ni siquiera cree en estos riesgos, o no acepta siquiera la realidad del cambio climático, cualquier contraargumento de esta naturaleza es inútil. ¿Cómo convencer a alguien de que vale la pena solucionar un problema cuando ni siquiera cree que éste existe?
Pero también hay otra premisa oculta en el argumento. Se da por descontado que las medidas para mitigar el calentamiento global resultarían en enormes gastos para la población. En efecto, un análisis realizado por The Heritage Foundation concluye que el costo anual promedio por familia de una de las legislaciones propuestas sería de U$S 1.500 (todo esto es en EE.UU.). Lo curioso que dicho análisis sólo tuvo en cuenta los gastos, pero no las ganancias. Si se establece un impuesto al carbono, además de generar un gasto para las empresas (factor computado por el análisis) también significa un ingreso para el Estado (factor NO computado por el análisis) que se redistribuye al resto de la población. En análisis supone, efectivamente, que el dinero se tira a la basura y desaparece.
Un artículo [pdf] realizado por el Environmental Defense Fund compara los resultados de 5 grupos de modelado económico [Energy Information Agency (EIA), Research Triangle Institute (RTI), Harvard (modelo IGEM), Massachusetts Institute of Technology (MIT), y Pacific Northwest National Laboratories (PNNL)]. Todos estos son
- En promedio, el impacto en el PBI estadounidense sería de menos de un 1% y el crecimiento de su economía se vería afectado en un 0,03%.
- El desempleo aumentaría un 0,05% acumulado en las próximas 2 décadas. Una figura que sólo considera los sectores existentes actualmente y no tiene en cuenta la creación nuevos rubros de en economía como producto de las nuevas tecnologías.
- En promedio, el costo por familia se vería reflejado en un aumento del presupuesto familiar menor al 1%. El aumento sería de entre U$S 84 y U$S 160 por año. Para las familias de menores ingresos, el costo sería mucho menor incluso pudiendo tener una disminución de unos U$S 125 según un análisis.
- El costo de la electricidad, sorprendentemente, podría reducir. Si bien el costo por watt/hora aumentaría la reducción del consumo y los programas de eficiencia energéticas tendrían a contrarrestar el efecto.
Hay que hacer una aclaración importante para entender estos números. Los modelos económicos hacen comparaciones basándose en un modelo de Business As Usual (BAU). Es decir, cómo se desarrollaría la economía si todo siguiera como ahora. Pero como el impacto económico de los efectos del cambio climático son inciertos, esos modelos no los tienen en cuenta. En otras palabras, estamos comparando qué sucedería si estamos equivocados, el cambio climático no existe, es una farsa o no tiene efectos negativos.
Uno podría argumentar que estas figuras son aplicables sólo a EE.UU., con una economía gigantesca y robusta que puede hacer frente a los grandes costos. Pero esto debe ser justificado; yo no veo razón por la cual resultados similares no podrían esperarse en países subdesarrollados. Pero aún así, (y más importante) son los países industrializados los principales responsables de emisiones de gases invernadero. Ningún tratado internacional coherente va a requerirle a Uruguay (185º en emisiones per cápita) legislaciones agresivas para reducir sus emisiones.
Conclusión.
Dado estos números, es difícil argumentar que tomar acción para mitigar el cambio climático equivale a “apostar la economía de miles de millones de personas”. Estos modelos no son perfectos (ningún modelo lo es) y la economía es un objeto de estudio particularmente difícil de medir (¡miren el margen de error este gráfico!), pero la incertidumbre nunca es excusa para rechazar la información. La incertidumbre, además, siempre es un arma de doble filo, los resultados podrían ser peores de lo que pensábamos o ¡también podrían ser mejores!
En el pasado yo sostenía que argumentos como el del comic que encabeza este post eran simplistas. Incluso escribí un post en el que criticaba esa forma de pensamiento pascaliano. Sin embargo, datos como estos me hacen pensar que el hombre del chiste tiene algo de razón.
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