La separación entre ciencia y Religión.

(actualización abajo)

"Exacto, la ciencia está limitada por su negación a inventar cosas" - "Eso es lo que le da a la religión su ventaja" Mucho he escrito sobre la noción de la separación del Estado y la Religión; muchas veces señalando los problemas actuales que ocurren cuando no se la respeta, algunas otras dando crédito a quienes la defienden.  ¿Pero qué hay con la separación entre la ciencia y la Religión? Como la ciencia no es una institución, sino una disciplina de conocimiento, el muro de separación es más sutil.

NOMA

Aún así, Steven Jay Gould, propuso en 1997 la idea de “Magisterios sin superposición” (NOMA, por sus siglas en inglés"). Esta es la noción que la ciencia y la Religión no pueden entrar en conflicto porque ambos estudian dominios epistemológicos distintos. Según Gould, ”la ciencia se encarga del campo de lo empírico: de qué está hecho el universo (hechos) y por qué funciona así (teorías)” mientras que el “magisterio” de la religión “se extiende sobre cuestiones de significado último y valores morales”. Esto parecería una muy buena idea y, a priori, es posible. No puede haber conflicto entre una disciplina que habla sobre el mundo y otra que no hace afirmaciones empíricas de ningún tipo. Claro está, que esta no es el tipo de religión que defiende la mayoría de las personas o que estaría de acuerdo en aceptar.

Massimo Pigliucci es un defensor de esta postura. Afirma, correctamente, que la ciencia no puede probar que no exista lo sobrenatural porque trabaja bajo el naturalismo metodológico. Pero también sostiene que la ciencia puede atacar afirmaciones sobrenaturales específicas propuestas por la religión. Entonces, si bien es verdad que la ciencia no puede demostrar que dios no exista, también es verdad que puede demostrar que dogmas particulares no se corresponden con la realidad.

En resumen, NOMA no separa la ciencia y la religión, sino que reduce la religión a cualquier lugar en el que el conocimiento empírico no pueda acceder. La ciencia no puede demostrar que todo aspecto de una religión sea falso, pero sí puede destruir cualquier aspecto que toque la realidad. Esto deja a la religión muy mal parada y quienes defienden los principios empíricos religiosos lo saben bien como puede observase por la reacción del más reciente ganador del Premio Templeton.

Francisco Ayala

Francisco J. Ayala es un científico respetado que defiende la noción de NOMA e instrumental en la lucha contra el creacionismo en EE.UU. Según la Fundación Templeton:

Francisco Ayala es un genético evolucionista y biólogo molecular que se ha opuesto vigorosamente al entrelazamiento de la ciencia y la religión mientas clama por respeto muto entre ambas.

Alguien diría que una persona que dedica tanto esfuerzo a tratar de defender la ciencia de la religión y viceversa, recibiría la bendición tanto de religiosos como de científicos. Pero esto no es tan así. Como es de esperar por algunas de sus posturas, los religiosos más concienzudos tienen que criticarlo. En esta entrevista, Francisco Ayala no esconde lo que yo llamaría, la proposición básica del ateísmo:

No se necesita la hipótesis de Dios para explicar el mundo.

¡Esto es es el ateísmo en su mínima expresión! Pocos ateos dicen que pueden probar la no existencia de dios, lo único que decimos es que se trata de un ente innecesario que no aporta ningún poder explicativo y del cual podemos prescindir para el entendimiento del mundo. Pero está claro que esta proposición es completamente incompatible con la mayoría de las religiones, que defienden la necesidad apelar a un creador para entender el mundo en el que vivimos.

Por ejemplo, comenté en un minipost hace unos meses que Noticia Cristiana ponía un artículo en el que felicitaba a un sacerdote por, supuestamente, haber ganado el Premio Templeton “por probar la existencia de Dios” (esto es falso, pero no importa, lo relevante es la intención). Difícilmente este mismo grupo va a dar el mismo trato a un ateo como Ayala. En el blog plataforma propagandística del Discovery Institute, publican dos post en los que lo defenestran y reconocen la amenaza que sus ideas representan.

Ayala ve el mérito del Darwinismo [léase, evolución], desde una perspectiva religiosa, en el hecho de que quita a Dios la responsabilidad por los aspectos de la naturaleza que percibimos como defectuosos. Quizás, pero lo hace con el costo de vaciar la vida humana de cualquier intención divina, plan, propósito o significado.

Michael Brooks, de NewScientist también lo nota:

Esta es la versión Templeton de la religión. Una vaga noción de que hay “algo” allá afuera. No afirma nada más allá de eso. Al ser tan vaga e indefinida, la nueva religión Templeton se pone cómodamente más allá de cualquier crítica. ¿Pero es realmente religión?

Yo creo que no, y que la mayoría de los religiosos del mundo estarían de acuerdo conmigo.

Conclusión

Estos intentos de reconciliar ciencia y religión son exitosos sólo en identificar qué tipo de doctrina religiosa es compatible con la aplicación del método científico: una doctrina sin doctrina. Al hacerlo ‘a escondidas’, es posible que algunos hombres de fe se sientan atraídos al NOMA. Pero una vez que reconozcan sus consecuencias, no podrán más que rechazarlo o reconocer que sostienen 2 ideas incompatibles (algo perturbadoramente sencillo).

 

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Quizás mis sospechas de que Ayala era ateo no eran tan locas. PZ Myers linkea a una entrevista en El País. La primera respuesta es esclarecedora si habíamos leído más sobre sus opiniones:

Pregunta. En su juventud fue ordenado fraile dominico. ¿Es usted todavía un hombre de fe?

Respuesta. Nunca contesto a esa pregunta. No quiero que ninguna de las dos partes, fe o religión, influya sobre cómo se perciben mis opiniones.

¿Por qué Ayala no quiere responder a esa pregunta? Generalmente los ateos que apoyan la ciencia no tienen problema en estar de acuerdo con gente religiosa. Ejemplo claro es Kenneth Miller, casi un héroe del movimiento humanista secular en EE.UU. por su participación en el juicio de Dover. Además, él dice ser muy buen amigo de Dawkins y Dennett, por lo que sabe que muy pocos ateos van a dejar de escucharlo por ser creyente.

Por otro lado, sabemos que muchos creyente son ávidos de los ataques ad hominem y de la falacia de asociación. Su posición como portavoz de la coexistencia entre religión y ciencia podría verse perjudicada si se declara abiertamente ateo.

En fin, son sólo especulaciones. De todas maneras, alguien que cree que “dios no es necesario para explicar el mundo” es un ateo de facto, en mi opinión.

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