Nuevo monumento en Tigre.

En EE.UU. los grupos que apoyan la separación de la Iglesia y el Estado tienen constantes problemas con sus monumentos de los 10 mandamientos, muchos de ellos en cortes judiciales. Si en un estado oficialmente laico y con la separación garantizada constitucionalmente en la primera enmienda a su constitución, ¿qué nos queda a nosotros en un estadio confesional con obispos que reciben sueldo estatal? En Tigre, el pasado 28 de diciembre se inauguró un monumento a la biblia.

¡UN CONCHUDO MONUMENTO A LA BIBLIA! No tengo demasiado en contra de que un grupo de personas se unan y decidan hacer una vaquita y erijan un monumento. Aún cuando se use el espacio público sería relativamente aceptable, mientras no se rechacen otros pedidos. Pero en este caso no sólo asistieron a la inauguración representantes oficiales del gobierno, sino que éste participó de su financiación.

Curiosamente, la iniciativa fue presentada por un grupo de pastores evangélicos. Supongo que por eso presenta la imagen de Lutero con cara de culo. ¿Qué dirá la comunidad Católica que ve en él un hereje anticatólico? Los más fundamentalistas probablemente se quejarán, quizás por un segundo comprendan el por qué el Estado debe ser neutral. Los más liberales quizás lo celebren como una muestra de espiritualidad y apoyo a la fe cristiana.