Uncommon Descent sobre libre albedrío.
Hoy, O’Leary, nos deleita con un abstract de un paper que explora la relación entre el libre albedrío y la ley penal. No voy a entrar en gran detalle sobre mis ideas sobre determinismo y libre albedrío ahora mismo pero sí voy a comentar sobre lo que O’Leary quiere sostener y que es clásico de quienes sostienen una posción dogmática.
No puedo comentar sobre el paper en sí ya que no tengo acceso a él, pero el abstract nos dice que el mismo esetá separado en 5 partes. Las partes 1 a 3 consideran la evidencia científica de determinismo genético y ambiental, específicamente los factores que parecerían generar una propensión hacia el comportamiento criminal; la 4º parte habla sobre la responsbalidad moral y la legitimidad del castigo penal; y la parte 5 considera la posibilidad de determinar de ante mano esta propensión y arriesga la “posible justificación de detenciones preventivas de tales individuos para proteger la sociedad”. Esta última parte es la que molesta a O’Leary y a mí también pero por diferentes motivos.
Como es típico en quienes albergan nociones dogmáticas de culaquier tipo, O’Leary no habla sobre las premisas ni las conclusiones, no presenta evidencia que refute la línea argumentativa del paper ni tampoco trata de mostrar alternativas. No, lo que hace es ir de lleno en un Argumentum ad consequentiam. En vez de defender la existencia del libre albedrío o sostener que las consecuencias expresadas no siguen de las premisas, dice “Esto es lo que siempre pasa cuando se niega el libre albedrío”.
¿Es realmente lo que pasa cuando se niega el libre albedrío? Yo sostengo que no, y eso es lo que a mí me molesta de la conclusión del paper. ¿Qué hay en nuestra naturaleza humana que nuestra idea de aplicación de la justicia cae, casi inevitablemente, en la idea de castigo, de encerrar a los criminales? O’Leary hace bien en referenciar a la Minority Report. La premisa de esta película es que en el futuro se puede saber anticipadamente cuando y quién va a cometer un asesinato y la brillante idea de estos tipos es atrapar a los ‘asesinos’ antes que cometan el crimen y tenerlos en una especie de animación suspendida por quién sabe cuánto tiempo. ¡Que sistema más estúpido! No hay nada, a priori, que justifique encerrar a alguien que va a cometer un asesinato en un futuro. En vez de eso la conclusión lógica es evitar los crímenes y modificar los factores sociales y psicológicos de los criminales para que no vuelva a intentar hacerlo. La estupidez de la premisa es palpable en el nudo. [Spoilers] El personaje de Tom Cruise es uno de los detectives que persiguen a los criminales futuros y descubre que él mismo va a matar a alguien. Pero en vez de decir, “Huy, mejor tal día me quedo en mi casa o con amigos y no voy a ese lugar en donde voy a matar a alguien”, se escapa y trata de probar su inocencia y tiros, acción, Tom Cruise.
Pero O’Leary, en vez de mostrar las fallas legítimas en las conclusiones del paper, emplea falacias y arenques rojos al igual que lo suelen hacer los dogmáticos anti-intelectuales.
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