Cambio climático: Lagartijas y el ciclo del agua.

australian-native-reptiles-blue-tongue-lizard1 Agregando a nuestro entendimiento científico acerca de los efectos del cambio climático hoy leo acerca de dos recientes estudios. Uno que incumbe los cambios metabólicos en las especies tropicales y el otro, el aceleramiento del ciclo hidrológico.

El primero, publicado en Nature (de acceso pago, por desgracia) trata de modelar cómo se verán afectadas las especies ectotérmicas (de sangre fría) en los trópicos. Específicamente, los cambios en su metabolismo.

Es sabido que las altas latitudes son mucho más sensibles a los cambios en la temperatura. Los autores usaron 500 millones de registros de más de 3.000 estaciones meteorológicas entre 1961 y 2009 y concluyeron que, desde 1980, las temperaturas en el Ártico aumentaron 1,5 ºC en promedio mientras que en los trópicos el cambio fue de ‘sólo’ 0,5 ºC. Ya había escuchado a muchos climatólogos y divulgadores hablando sobre este efecto. Desconozco las causas y mecanismos o siquiera si se sabe por qué ocurre esto. En cualquier caso, Michael Dillon et al calcularon, usando una fórmula fisiológica básica, el efecto que estos cambios pueden tener en el metabolismo de 4 tipos de seres vivos: organismos unicelulares, invertebrados, anfibios y reptiles.

Los resultados muestran que la relación entre temperatura y metabolismo no es lineal. El cambio metabólico al aumentar la temperatura de 15 a 20 ºC es menor que el que se produce al pasar de 25 a 30 ºC. En este caso particular, esta diferencia se traduce en que los cambios en el metabolismo animal son aproximadamente equivalentes.

Dillon advierte, como siempre debe hacer un científico responsable, sobre las limitaciones de su trabajo. Para empezar, se trata de un modelo matemático simplificado al extremo. Sólo toma en cuenta una variable (temperatura) y no considera las ingeniosas estrategias de estos animalitos para mantenerse frescos. Además, asume que éstos se encuentran inmóviles y a 2 m sobre el suelo (en la superficie la temperatura es ligeramente más alta)

Pero principalmente, no podemos determinar si los cambios en el metabolismo van a ser para bien o para mal. Sin duda aumentarían la necesidad de alimento y agua, pero también aumentaría su tasa reproductiva y de crecimiento. El dato faltante es si los animales afectados conseguirán los recursos extra que necesitarían para sobrevivir. Es esperable que para algunas especies, el aumento en el metabolismo sea algo bueno, mientras que para otras, afecte negativamente su supervivencia.

En marzo de este año, un estudio usando “lagartijas eléctricas”, concluyó que la extinción de estos animalitos (las de verdad, no las eléctricas) en México podía atribuirse al aumento de temperaturas. México perdió un 12% de las especies de lagartos desde 1975 y las causas son desconocidas. Barry Sinervo, autor del estudio, dice que con el aumento en la temperatura los animales ectotérmicos tienen que pasar más tiempo inmóviles y en la sombra. Esto significa menos tiempo para buscar comida y pareja.

El segundo trabajo, algo más simple de interpretar, es un cálculo aproximado de la aceleración del clico del agua. El paper se puede acceder gratuitamente. Mirando los gráficos, si hay algo evidente es que la tendencia que los autores encontraron no es evidente a primera vista. Se habla de un aumento en el desborde fluvial de un 1,5% entre 1994 y 2006 (13 años). Si el período de tiempo es corto esto se debe a las limitaciones de los métodos. Los datos se obtuvieron mediante la combinaron de mediciones satelitales de evaporación, precipitación y nivel del mar. Los resultados, sin embargo, están en sintonía con las predicciones de los modelos climáticos. Entre otras cosas, indican un mayor aumento en el caudal de los ríos que de las precipitaciones. El volumen de agua extra probablemente provenga de reservas continentales (lagos, glaciares, etc…), lo que significa que éstas se estarían secando.

Como dije, los resultados no son tan impresionantes en sí mismos. En mi humilde interpretación, el mayor mérito de este trabajo es haber desarrollado un nuevo método para la medición del ciclo hidrológico; una tarea bastante difícil.

Conclusión.

Estos trabajos (con sus propias limitaciones) contribuyen a nuestro entendimiento de sistemas complejos como el clima y la biósfera y sus interacciones. Como todo estudio, además, no son una conclusión en sí misma sino parte de la discusión que debe ser entendida en su contexto y no se puede reducir a pequeños soundbites. Categorizarlos como “alarmistas” o “catastrofistas” no tiene sentido alguno. Como dice mi viejo, “a la naturaleza, la única forma de ganarle es teniendo razón”.

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