Epistemofobia: Falacia del Continuo.

Continuum A mí no me preocupa la posibilidad de quedarme pelado. De hecho, estoy convencido de que tal cosa es completamente imposible. A pesar de que mi padre es una bocha, sé que no hay posibilidad de que alguna vez yo sea pelado. Esta conclusión no se debe a ningún análisis genético ni a algún producto que esté usando en mi cabellera, es el resultado de un simple argumento lógico. Veamos.

Hoy tengo pelo; no soy pelado. Supongamos que mañana se me cae un pelo. ¿Me convierto en pelado? No, claro que no. Tampoco seré pelado si al día siguiente pierdo otro más. Dado que al caer un pelo no me convierto de no-pelado en pelado, no importa cuantas veces repita el proceso, nunca voy a ser pelado. Alguien podría decir que luego de perder todos los pelos me convierto en pelado, pero ese es un criterio ridículo, ¿acaso diría que alguien con sólo 1 pelo no es pelado? ¿Y con 2, 3 4 ó 5? Dado que al agregar un pelo no me puedo convertir en no-pelado, no importa cuantas veces repita el proceso, nunca voy a dejar de ser pelado. Por lo tanto, si aplicamos el criterio de esa persona, ¡habría que considerar pelado hasta un hombre con la más abundante de las cabelleras!.

Así de ridículos son los argumentos que incurren en la falacia del continuo. A pesar de haber sido reconocida por Embulides de Mileto hace 2500 años con su paradoja sorites, hay personas que siguen pensando implícita o explícitamente que es imposible distinguir entre dos extremos cuando hay casos en el medio cuya clasificación es ambigua. Es una negación de que cambios cuantitativos graduales pueden general cambios cualitativos. No hay controversia alguna al decir que esto aplica para gotas de agua y océanos o granos de arena y playas, pero por alguna razón hay personas que creen que esta falacia no aplica cuando se habla de óvulos fecundados y seres humanos.

Es que en las discusiones sobre el aborto es en donde más palpable e importante se vuelve esta concepción errónea (jeje). Para algunos anti-abortistas el punto central de su argumentación es que un cigoto es lo mismo que un ser humano. También aplica a los creacionistas quienes afirman que la especiación es imposible porque las crías de un gato siempre va a ser un gato y se creen que, en algún momento de la historia evolutiva, un mono dio a luz a un bebé humano. Pero esto es claramente absurdo; afirmar que un cigoto es un ser humano es lógicamente equivalente a sostener que una semilla es un árbol.

ring Un ejemplo impactante de un continuo son las especies anillo. Se trata de poblaciones de animales cuyo hábitat es muy extenso y tiene forma de anillo. Podemos dividir el territorio en varias partes iguales y las poblaciones de cada uno pueden tener crías fértiles (criterio para definir una especie) con los de los territorios adyacentes. Pero si bien la población del territorio A puede reproducirse con el B y el B puede hacerlo con el C, es posible que el grupo A no se pueda reproducir con el grupo C. Es decir que si aplicamos a rajatabla la definición de especie, deberíamos decir que A y B son la misma especie, B y C son la misma especie pero A y C son distinta especie.

Conclusión.

El mundo es complicado y los conceptos muchas veces son borrosos. No siempre uno puede trazar una línea bien clara entre dos estados distintos y es por eso que uno debe remitirse a convenciones. Una persona mayor de 18 años es un adulto y tiene todos los derechos y obligaciones de uno. El aborto, en varios países, está permitido hasta las 14 semanas. Uno puede (y debe) discutir dónde se traza esa línea, pero nunca puede argumentar que tal línea no existe ni es significativa.

Comentar