La extraña concepción católica de “minoría discriminada”.

Nos dice Guillermo Cartasso, asesor legislativo de la Conferencia Episcopal Argentina y presidente del movimiento “Fundar”, muy apenado, que los católicos se están volviendo una “minoría discriminada” en Argentina. Sí, mi detector de ironía también acaba de explotar.

¿Qué se puede agregar ante semejante celebración de estupidez? Este señor está diciendo que una institución que es la religión oficial del país, que disfruta de sueldos estatales y subvenciones a sus escuelas, cuyos miembros componen el 90% de la población… no sólo es una minoría, sino que es una “minoría discriminada”. Pablo Flores explica un poco más sobre ese punto.

Pero a mí, más que buscar los errores fácticos, me gusta mostrar las inconsistencias en el discurso. Es que estas personas que afirman que un poderoso 90% de la población de un país puede ser una “minoría discriminada” tienen la audacia de sostener que los “homosexuales no son "minoría" y sí tienen derechos”. Según ellos:

Los homosexuales no cumplen con los tres criterios que caracterizan a los grupos minoritarios a quienes se les ha otorgado protección legal especial. Estos criterios son (a) Privación económica (...), (b) Debilidad política (...) y (c) Características inmodificables.

¿Podrá el Señor Cartasso explicarnos cómo es que los católicos cumplen con estos requisitos? Ciertamente no sufren de mayor privación económica que el resto de la población, hablar de “debilidad política católica” es un oxímoron en nuestro país y ciertamente la religión no es una característica inmodificable.

Un poco más adelante, Cartasso afirma que

“en el marco de una cultura relativista es imperioso trabajar sobre una ley operativa que traduzca el derecho constitucional a la objeción de conciencia a fin de preservar la libertad de todos aquellos cuyas convicciones no sean concordes con una parte de la legislación imperante que no contribuye al bien común

Pero mi querido Cartasso. Nadie está discriminando a los católicos, así como el artículo anterior sostiene que los homosexuales no son discriminados ya que tampoco los heterosexuales pueden casarse con personas del mismo sexo, tampoco podemos decir que sean los católicos quienes estén siendo discriminados. Ni protestantes, ni budistas, ni ateos ni mormones pueden objetar a casar a una pareja homosexual si es su trabajo hacerlo.

Parafraseando una cita del artículo anterior: “Tampoco es equiparable la situación de discriminación y estigmatización que sufren los“ católicos “como la que han sufrido otros grupos sociales. Para ser más claros, citemos el ejemplo de los individuos de piel negra de los Estados Unidos, que sí cumplen con los tres criterios enunciados anteriormente y que no podían siquiera trabajar dignamente y ganar un salario digno. Eran esclavos de los blancos. Mucho menos tenían derecho a votar y a participar activamente en la sociedad".

Para rematar, ¿cómo es posible que el mismo sitio web publique los dichos de este tipo luego de haber publicado la noticia de que  “En Hispanoamérica faltan seminarios para acoger el número creciente de vocaciones sacerdotales”?

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